NUCLEO
PROBLEMÁTICO # 1
¿Deben
acelerarse las etapas del desarrollo motor?
El doctor Carlos Gardeta Oliveros Director del Instituto Fay
para la estimulación Multisensorial afirma: “el gateo es una de las bases
fundamentales para el desarrollo cerebral y educativo del niño. Crea rutas de
información neurológicas entre los dos hemisferios, es decir, facilita el paso
rápido de información esencial de un hemisferio a otro. Las rutas creadas no
solo valen para sentar las bases de las funciones superiores de movimiento sino
que son precursoras de conexiones que servirán para, a su vez, crear otras
conexiones entre los dos hemisferios y que son cruciales para la maduración de
las diferentes funciones cognitivas.
Estas actividades no se desarrollan en
una secuencia casual, al contrario la progresión obedece a dos
principios generales: El primero se realiza en una dirección próximo
distal, es decir las partes más próximas al centro el cuerpo quedan bajo
control la adquisición de la habilidad de usar brazos, manos y dedos
proporcionan un bue ejemplo.
El segundo principio es el control
sobre todo el cuerpo que se desarrolla en una dirección céfalo caudal o
de cabeza a pies.
Por lo dicho anteriormente no se deben
acelerar las etapas del desarrollo motor de los niños ya que
estudios recientes han demostrado que el rol de la experiencia es más
importante antes que la maduración ya que para lograr un desarrollo motor
en el niño(a) debemos crear en un ambiente estimulante, y de seguridad
quemando así cada una de las etapas para conseguir un
armónico desarrollo de sus motricidades, el mismo que ayudara a mejorar
su coordinación motora
¿Qué
pasa con el niñ@ que no gatea?
A partir de los seis meses el consejo hacia los padres es bastante
claro: que ya no le pongan gimnasios de esos en que los juguetes cuelgan y que
tenga las cosas a su alrededor, en el suelo, para estimular el que él mismo se
gire y trate de llegar a lo que le interese. Esto se dice precisamente para que
el bebé empiece a conocer el suelo y empiece a reptar y luego gatear.
Por qué es interesante que un bebé gatee El promover que un
bebé tenga la oportunidad de gatear es positivo porque el gateo es una etapa
normal en el desarrollo que sirve para prepararse para etapas
posteriores. Gateando:
·
Un bebé debe coordinar ambos hemisferios cerebrales, el que se encarga
del lado derecho y el que se encarga del izquierdo.
·
Se desarrolla una mejor visión.
·
Se fortalece el eje de las caderas y el eje de los hombros, tonificando
los músculos que luego le ayudarán a mantenerse erguido y caminar.
·
Se utiliza el sentido del tacto continuamente, tocando el suelo, las
alfombras y todo lo que encuentra mientras lo hace.
·
Aprende a entender el mundo tridimensional que le rodea, conociendo las
distancias, siendo consciente de la fuerza de la gravedad y mejorando la
coordinación del gesto mano-boca.
1. El niño siente la tactilidad de la palma que está viendo. Esto tiene una serie de ventajas de manualidad fina que luego influirán en la escritura. Además, al masajear la palma de la mano, ésta envía información al cerebro de dónde está y de las diferentes sensaciones y texturas que siente
2. Le ayuda a medir el
mundo que le rodea y el niño se adapta al medio. La distancia que hay entre los
ojos y la palma de la mano al gatear es una medida fundamental, LA
BRAZA, en todas las civilizaciones. Con esa nueva medida corporal el niño
mide el mundo circundante, y por eso cuando de mayor volvemos a un lugar de la
infancia lo percibimos más pequeño de lo que era, porque entonces la propia
medida de la braza era menor.
3. Ayuda a establecer
la futura lateralización del cerebro (cuando uno de los hemisferios se
convierte en dominante y el otro en servidor para no tener que operar ambos a
la vez).
4. Ayuda a poder escribir en
el futuro. Mediante el gateo se va desarrollando la coordinación cerebral
ojo-mano. Cuando el niño gatea se establece entre ambos una distancia similar a
la que más adelante habrá entre ojo y mano a la hora de leer y escribir.
¿Que caracteriza el proceso de crecimiento, desarrollo y
maduración de
0 a 7
años?
Las cuatro primeras semanas de
vida marcan el período neonatal, un momento de transición de la vida
intrauterina - cuando el feto depende totalmente de la madre- a una existencia
independiente.
El bebé al nacer tiene
características distintivas, cabeza grande, ojos grandes adormilados, nariz
pequeña y mentón hendido (lo que hace más fácil amamantar) y mejillas gordas.
La cabeza del neonato es un
cuarto de la longitud del cuerpo y puede ser larga y deformada debido al
amoldamiento que ha facilitado su paso a través de la pelvis de su madre. Este
amoldamiento temporal es posible debido a que los huesos del cráneo del bebé no
se han fusionado aún; no estarán completamente unidos durante los 18 meses. Los
lugares de la cabeza en donde los huesos no han crecido juntos- puntos suaves o
fontanela- están cubiertos por una membrana fuerte. Debido a que el cartílago
de la nariz del bebé es moldeable, el viaje a través del canal deja la nariz
luciendo aplastada por unos pocos días.
Desarrollo psicomotor
Hay un
orden definido para la adquisición de destrezas motrices y la habilidad de
moverse deliberada y acertadamente es progresiva. Las habilidades van de lo
simple a lo complejo. Primero, el niño alza objetos relativamente grandes con
toda su mano. Luego, gradúa el uso
La
habilidad para caminar y la precisión para agarrar son dos de las habilidades
motrices más distintivas de los humanos, ninguna de las cuales están presentes
en el momento de nacer.
Al nacer,
el bebé puede voltear la cabeza de lado a lado cuando está acostado hacia
arriba y, cuando está boca abajo, puede levantar la cabeza lo suficiente como
para voltearla. Primero domina el elevar la cabeza mientras que está boca
abajo; luego mantiene su cabeza derecha cuando se le sostiene, y después levanta
la cabeza cuando está boca arriba. Durante sus primeros 2 ó 3 meses continúa
elevando la cabeza más alto y, alrededor de los 4 meses, puede mantenerla
derecha cuando se le ayuda o cuando se lo mantiene sentado.
Desarrollo lingüístico
La
primera actividad vocal del bebé es llorar. Uno o dos meses después, balbucea,
utilizando su lengua de diferentes formas para moldear los sonidos; alrededor
del primer cumpleaños. El niño dice algunas palabras cortas formadas por
sonidos simples; puede producirlas bien y muestra un control sutil y voluntario
de su cuerpo.
El manejo
del habla no es únicamente una cuestión de aprendizaje. Es también una función
de maduración. La importancia de la maduración, el desdoblamiento de los
patrones de conducta en una secuencia determinada biológicamente y relacionada
con la edad. Estos cambios son programados por los genes; es decir, antes que
el niño pueda tener control completo de todas las habilidades debe estar
biológicamente listo.
Desarrollo cognitivo
A las
doce semanas el niño entiende la relación causa-efecto. Han aprendido que
llorando puede conseguir que ocurran cosas, ha aprendido también a saber a
escuchar.
A los 6
meses, se es sensible a las diferencias matemáticas, ej: saben diferenciar
entre un juguete y dos juguetes. Para los bebés “más de tres es más. Saben
diferenciar que un juguete no es igual que dos juguetes.
A los 15
meses, ya comienzan a experimentar. Descubren que el agua no tiene las mismas
propiedades que el aire.
Desarrollo social
El
desarrollo social, es la cronología que puede tener valor para la subsistencia:
expresiones de dolor de niños indefensos de dos meses pueden hacer que se les
proporcione la ayuda que necesitan, mientras que la ira expresada por los
mismos bebés en la misma situación, pero siete meses más tarde, puede ocasionar
que alguien haga algo para ayudarles, por ejemplo a alejar a una persona que le
molesta.
Poco
después de nacer, los bebés muestran interés, angustia y disgusto. En los meses
siguientes van más allá de estas expresiones primarias para expresar alegría,
cólera, sorpresa, timidez, miedo. Pero emociones más complejas que dependen del
sentido de sí mismo llegan más tarde, alguna de ellas el segundo año, que es
cuando la mayoría de los niños desarrollan la autoconciencia.
CARACTERÍSTICAS DE
NIÑOS DE 3 A 7 AÑOS
El niño crece ahora más rápidamente
que en los tres primeros años y progresa mucho en coordinación y desarrollo
muscular. Durante este periodo, conocido como primera infancia, los niños son
más fuertes y saludables, después de pasar por la etapa más peligrosa de la
infancia. Su silueta pierde la redondez y adquiere una apariencia más delgada y
atlética. La barriga típica de los 3 años se reduce, al tiempo que el tronco,
los brazos y las piernas se alargan. La cabeza todavía es relativamente grande,
pero las otras partes del cuerpo están alcanzando el tamaño apropiado y la
proporción, progresivamente, va pareciéndose más a la de los adultos.
Es la tendencia fundamental del
organismo para organizar la experiencia y convertirla en aprendizaje.
No depende de la
edad cronológica del niño sino que de
factores intrínsecos código genético que determinan el momento y
forma de aparición de actividades motoras específicas.
¿Qué teorías conoce frente a los procesos de desarrollo,
maduración y crecimiento?
Maduración
Desenvolvimiento de rasgos heredados
no provocados por el ejercicio ni por la experiencia, es espontanea, también
determina la capacidad de aprendizaje, el cual atraviesa por un crecimiento
físico el cual desarrolla una conducta especifica.
Maduración motriz:
Se refiere a la maduración física
(huesos, músculos, glándulas ect).
Maduración emocional:
Referido a las actitudes que
demuestran superar el infantilismo.
Maduración cognitivo:
Es la condición óptima para iniciar
el proceso de aprendizaje.
Ejemplo el recién nacido se estremece
de pies a cabeza antes de mover solo una parte de su cuerpo, el desarrollo del
bebe se orienta de la cabeza hacia los pies.
El desarrollo procede del centro del
cuerpo hacia los lados.
Un ejemplo muy claro es que el niño
intenta tomar un objeto pero solo consigue golpearlo hasta que se mueve
coordinadamente los dedos de la mano.